domingo, 24 de mayo de 2015

CIP, LA EXTRAÑA ENFERMEDAD DE NO SENTIR DOLOR.



¿Te imaginas no sentir dolor nunca? Esta idea puede parecer algo fantástico como salido de una película futurista en la que los humanos tienen súper poderes que los hace más aguerridos al luchar con sus enemigos.

Y tal vez esto de no sentir dolor suene excelente debido a que todos tememos a una situación que desencadene la sensación de dolor y la evitamos a toda costa, porque es la forma en que nuestro cerebro detecta que en nuestro cuerpo algo no funciona bien o hay un estímulo nocivo.

Lo cierto es que existe una situación real de no sentir dolor y está diagnosticada como una enfermedad llamada CIP (por sus siglas en inglés) o insensibilidad congénita al dolor. Esta condición congénita inhibe la capacidad de percibir el dolor físico, debido a mutaciones en un gen evitando que se envíen las señales de dolor a los centros nerviosos del cerebro.

Lejos de lo que muchos podrían pensar, esta extraña enfermedad es todo un tormento  para quienes la sufren pues al no sentir dolor en ninguna parte del cuerpo, las lesiones,  quemaduras, heridas o huesos rotos, pasan desapercibidos dando lugar a mayores consecuencias además de conducir a la reducción de la esperanza de vida porque el cerebro no puede percibir cuando hay peligro.  Esta enfermedad está fuertemente asociada a la pérdida del olfato además de otras complicaciones como deformaciones articulares, infecciones crónicas y amputaciones de extremidades, debido a múltiples lesiones a lo largo de los años.

Los pacientes con CIP procuran estar alerta y evitar situaciones que representen cualquier peligro para su cuerpo, tratando de llevar una vida normal aunque es  un reto constante por sobrevivir porque, hasta ahora, la enfermedad no tiene cura ni tratamiento.

California se evapora

La situación es crítica: el 98% del estado sufre una crisis por la falta del líquido. Según la Nasa, se necesitan cerca de 11 trillones de galones de agua para reparar el daño.


California se evapora


A tan sólo dos horas al norte de la ciudad de Los Ángeles late un pueblo fantasma, un lugar que literalmente se evapora minuto a minuto gracias a la sequía más grande de los últimos 1.200 años en el estado de California. En el este de la ciudad de Porterville no corre el agua potable desde abril del año pasado. Ya van 12 meses desde que se secaron los pozos que surtían de agua a la pequeña ciudad de cerca de siete mil habitantes, la mayoría campesinos de origen latino.
Aquí se cambió la loza por platos de plástico, las duchas por los pañitos húmedos y los baños por los pozos sépticos.  Cocinar, lavarse las manos o la ropa es imposible si no se tiene agua embotellada. El estado es crítico, al igual que muchas otras ciudades de California, la octava economía más grande del planeta, pero la misma que padece una grave escasez de agua.
“Estamos parados sobre tierra seca, cuando deberíamos estar sobre metros de nieve. Estamos en una sequía histórica que  requiere acciones sin precedentes”, dijo hace unos días el gobernador de California,  Jerry Brown. “Por eso he expedido medidas sustanciales para lograr el ahorro del agua que necesitamos”, añadió.
 Según la Nasa, se necesitan cerca de 11 trillones de galones de agua para reparar el daño que ha sufrido California en la sequía que empezó en 2012, lo que equivaldría al doble de la capacidad de la represa más grande de todo Estados Unidos.  Según el centro de experimentos climatológicos de la Nasa (Grace) el estado de California sólo cuenta con reservas de agua para un año en su sistema de reservorios.
La meta es lograr un ahorro del 25% del consumo total del agua en todo el estado. Se pidió dejar de rociar los jardines, lavar los carros, restringir las duchas, el uso de inodoros y otras medidas acompañadas con multas de hasta US$10 mil, algo sin precedentes en Estados Unidos. “Ya es el 98% del estado el que sufre una crisis por la falta del líquido, comunidades enteras sin agua potable nos han obligado al racionamiento. “No hay solución a la vista”, dijo el gobernador demócrata, luego de que la asamblea estatal aprobara esta semana el paquete de medidas y sanciones.

Bajo las nuevas restricciones las ciudades de toda California tienen que lograr un ahorro del 36%, comparado con el año 2013. La industria del entretenimiento, hotelería y Hollywood tendrán que hacer lo propio. Sin embargo, para Adam Scow, director de Food & Water Watch California: “A pesar de la situación tan crítica por esta sequía el gobernador sigue permitiendo a las grandes corporaciones que cultivan ganado que sigan acabando con los pocos recursos hídricos que le quedan al estado”.
Mientras el consumo de agua por parte de residencias y negocios sólo llega al 20% del total, son la agricultura y la ganadería  las que consumen el 80% del total del agua que se gasta en California. Hasta el día de hoy, y luego de tres años de iniciada esta crisis, no se ha hecho nada para obligar a los que más usan agua a que cierren los grifos también, explica Scow.
Para producir una hamburguesa de carne de res se requieren cerca de 660 galones de agua. Esa es la cantidad que en promedio se necesita para cultivar los granos de engorde como el maíz, la cebada y, principalmente, la alfalfa, la cual usa el 15% de toda el agua que usa California al mes. Haciendo cuentas, para producir una libra de carne se necesitan entre 2.500 y 5.000 galones de agua. Un almuerzo familiar con 3 libras de carne de res equivale a toda el agua que una persona gasta al año en ducharse, cerca de 15.000 galones.

De acuerdo con la última investigación del Pacific Insitute, dedicado al estudio del medio ambiente con sede en Oakland, los californianos usan más de 1.500 galones de agua al día. La mitad de esta, asociada con la carne y los productos lácteos que consumen. Son cerca de 900 galones de agua los que se necesitan para producir cada libra de queso, más mil galones de agua por cada galón de leche. A pesar de que esta sequía histórica es consecuencia del cambio climático y la prolongada falta de lluvias, según científicos, es la agricultura el mayor motor de esta crisis. Por si fuera poco, California produce cerca de la mitad de todas las frutas, nueces y vegetales que se consumen en Estados Unidos y más del 90% de las fresas, tomates, brócolis y almendras. El problema es que, al igual que la producción de carne, cerdo y pollo, el epicentro de esta producción es el Valle Central de California, una especie de desierto, pero con una tierra extremadamente fértil, la cual necesita cantidades abundantes de agua.
“Lo que está ocurriendo en California debe prender las alarmas en muchos lugares del mundo, donde los intereses de una industria en particular logran que los políticos cierren los ojos ante el derroche excesivo de recursos naturales”, explica Dave Murphy, director de Food Democry Now, organización defensora de la seguridad alimentaria en Estados Unidos.
Por años la corrupción política y el lobby corporativo mantuvieron a California como uno de los pocos estados donde no había límites para el uso de agua subterránea por parte de los propietarios de terrenos agrícolas. Esta batalla, en busca de agua, favoreció durante décadas a las grandes corporaciones sobre los pequeños granjeros permitiéndoles usar desmedidamente los recursos hídricos del estado, convirtiendo irónicamente a California en una superpotencia agrícola a pesar de tener un futuro hídrico en cuidados intensivos.

 Tan sólo fue hasta el año pasado, y en medio del fervor popular por la sequía, que el  gobernador firmó una ley para regular la extracción de agua subterránea. Sin embargo,  los intereses de la industria agrícola se volvieron a sentir logrando estipular que la ley sólo entre en vigencia hasta 2040.
“Esto es una cachetada a la gente de California”, dice Danny Peters, activista y vendedor minorista de legumbres de un mercado de abastos en el centro de Los Ángeles. “Mientras miles de personas en todo el estado no tienen literalmente agua con qué comer o bañarse, los grandes cultivadores agrícolas siguen llevándose toda el agua enfrente de nuestras narices”.
 Otro sector que está en medio del huracán es la industria petrolera, que usa cerca de 1.000 billones de galones de agua al año en todo Estados Unidos en fracking, 35% de estos recursos tan sólo en California. La fracturación hidráulica o fracking es el sistema para extraer gas y petróleo que consiste en inyectar un exorbitante volumen de agua a presiones extremadamente altas, que mezcladas con arena y otros químicos destruyen y disuelven la roca cientos de metros bajo tierra, permitiendo así la salida del gas natural y petróleo.
Entre tanto, muchos en California siguen llamando por medidas desesperadas como la construcción de más plantas desalinizadoras de agua, como las que usan en Arabia Saudita, Australia o Israel, o las que se planean construir en San Francisco y San Diego, para convertir agua salada en agua potable. Sin embargo, el proceso además de ser  costoso, cerca de US$3 por galón de agua, tiene un altísimo costo ambiental. Pues además de que el residuo salino mata flora y fauna marina una vez se devuelve al océano, se requiere una inmensa cantidad de energía para el proceso, liberando a la atmósfera millones de metros cúbicos de CO2 contribuyendo al calentamiento global, razón principal de la sequía.

Otros más pragmáticos exigen una reestructuración de la tarifas de los precios del agua en todo el estado, la cual obligaría al racionamiento por parte de los grandes productores agrícolas. Según estudios, un recorte del 20% del agua por parte de este sector daría un respiro a la crisis en todo el estado. El problema, concuerdan los analistas, es que los grandes productores agrícolas harán hasta lo imposible para que esto no ocurra”, concluye Murphy. “La situación es realmente alarmante”.

Profesor holandés crea concreto que se repara por sí solo


Henk Jonkers, profesor de microbiología la Universidad Técnica de Delft en los Países Bajos, ha desarrollado una especie de concreto que tiene la capacidad de auto repararse. Una invención que podría cambiar la historia del material de construcción más popular del mundo, desde la época de los romanos.
No importa qué tanto se mezcle o se refuerce el concreto, eventualmente, con el paso de los años, el material terminará agrietandose y bajo ciertas condiciones, esas grietas podrían provocar colapsos en las estructuras.
"Si tienes grietas, el agua pasa a través de ellas. En tus sótanos, en un edificio de parqueaderos. Si esta agua llega hasta los refuerzos de acero –en el concreto tenemos todas estas barras de acero– y se corroen, la estructura se desploma. Por eso hemos inventado el bio-concreto; se trata de concreto que se repara a sí mismo con el uso de bacterias", le explicó Henk Jonkers a la cadena de noticias CNN.
Su solución consiste en mezclar el cemento con una bacteria inofensiva y los nutrientes necesarios para que viva y produzca mineral calcita. Esta mezcla permanece inerte por años porque le falta un componente esencial: el agua. Así, cuando se produzcan grietas y empiece a filtrarse agua, las bacterias resucitarán, alimentándose de los nutrientes y produciendo piedra caliza en las grietas, sellándolas.
Las esporas permanecen latentes hasta que el agua de lluvia se abre camino en las grietas y los activa. Las bacterias inofensivas - pertenecientes al género de los Bacillus- , se alimentan de los nutrientes para producir piedra caliza.
“En el laboratorio hemos podido ver cómo reparaban grietas con un ancho de 0,5 milímetros, de dos a tres veces más grande que los que permiten las normas de construcción al cemento", explicó Jonkers a la BBC. Jonkers eligió las bacterias del bacilo para el trabajo, ya que son capaces de vivir en condiciones alcalinas y producen esporas que pueden sobrevivir durante décadas sin alimento ni oxígeno.
Pero para producir esta piedra caliza, las bacterias necesitaban una fuente de alimentación y Jonkers eligió el lactato de calcio que agregó dentro de cápsulas de plástico biodegradable. Una vez entra el agua por las grietas, esta rompe las cápsulas y las bacterias comienzan a trabajar.Germinan, se multiplican y se alimentan del lactato, y al hacerlo combinan el calcio con iones de carbonato para formar calcita o piedra caliza que cierra las grietas.

Estas son las celebridades que han tenido problemas de anorexia. OMG la #6

El problema o enfermedad de la anorexia es algo que a todos por igual les pasa, incluso a las mismas celebridades. Si no sabes que es la anorexia, te decimos que es un trastorno alimenticio muchas veces mental de la persona que lo tiene, esta siente o tienen la necesidad de perder peso en todo momento, y aun cuando tengan una complexión muy delgada, ellas se ven con sobrepeso.
A lo largo de la historia muchas son las celebridades que han padecido este mal, muchas de ellas lo han aceptado y casi todas han logrado salir de eso, ya sea por si solas o con tratamiento especial. Hoy en este artículo traemos varios casos de esas famosas que han padecido anorexia y han logrado salir, y te mostraremos imágenes de ellas cuando padecían este trastorno y cuando ya no, es decir cuando lograron salir.
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Como ves son muchos los casos de famosas con anorexia, y no son todas, hay más que también han logrado salir y ahora están ya bien, aunque de estas no hay evidencias de un antes y después, pero te podemos decir que son bastantes celebridades las que han pasado por esto, pues como antes dijimos, es algo que le puede dar a cualquier persona, ya sea una persona famosa o no.
Y lo malo de este mal es que cada día es más frecuente en nuestra sociedad, y según noticias curiosas, muchas veces el problema viene de los mismos medios de comunicación, haciendo ver que la gente muy delgada es la que más destaca en el mundo, y eso no siempre es así, aunque las personas afectadas no se dan cuenta de eso hasta que ya han puesto en peligro su salud, y muchas veces tratarlo puede ser ya muy tarde, ya sea porque no han recibido ayuda, o nunca la aceptaron.

Hombre lleva esperando 20 años a su cita con una mujer

Se trata de Ah Ji un taiwanés que lleva esperando su cita en la estación de tren de Tainan más de 20 años.

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Al parecer la historia del hombre comenzó cuando tenía 27 años. Se enamoró de una chica y lo tenía ya todo previsto para pasar el día junto a ella. Pero nunca apareció la joven.
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Ah Ji prefiere pensar que igual la chica se confundió de lugar, o algo por el estilo, por ese motivo espera desde hace 20 años sentado en el lugar señalado.