Pocas figuras son tan emblemáticas, conocidas y queridas, por el mundo de la música y del espectáculo, como lo fue Selena Quintanilla, la reina del Tecno-Mex. Además tuvo la fortuna de alcanzar popularidad y éxito, en México y en Estados Unidos, en habla hispana y en habla inglés.
Como pocas cantantes, Selena derrochaba amor, energía positiva, en cada una de sus presentaciones. Su carrera estaba en pleno ascenso, cuando un trágico día de Marzo de 1995, su radiante luz se apagó. En ese momento, se dijeron muchas cosas. Por ejemplo, que su padre no permitió la transfusión de sangre, durante su operación, porque era testigo de Jehová. Que el arma desapareció. Y que la asesina de Selena, la mató porque estaba enamorada de ella.
Aquí te contamos cuál es la realidad de lo que pasó. Poco después de que, Yolanda Saldívar, disparara contra la humanidad de Selena, fue trasladada al hospital. Allí permaneció en una cirugía a corazón abierta, durante 50 minutos. No resistió y falleció. Al contrario de lo que dicen, Selena sí recibió transfusiones de sangre. Su papá, Abraham Quintanilla, ni siquiera decidió sobre las transfusiones, ya que llegó al Hospital cuando su hija ya había muerto.
