domingo, 24 de mayo de 2015

CIP, LA EXTRAÑA ENFERMEDAD DE NO SENTIR DOLOR.



¿Te imaginas no sentir dolor nunca? Esta idea puede parecer algo fantástico como salido de una película futurista en la que los humanos tienen súper poderes que los hace más aguerridos al luchar con sus enemigos.

Y tal vez esto de no sentir dolor suene excelente debido a que todos tememos a una situación que desencadene la sensación de dolor y la evitamos a toda costa, porque es la forma en que nuestro cerebro detecta que en nuestro cuerpo algo no funciona bien o hay un estímulo nocivo.

Lo cierto es que existe una situación real de no sentir dolor y está diagnosticada como una enfermedad llamada CIP (por sus siglas en inglés) o insensibilidad congénita al dolor. Esta condición congénita inhibe la capacidad de percibir el dolor físico, debido a mutaciones en un gen evitando que se envíen las señales de dolor a los centros nerviosos del cerebro.

Lejos de lo que muchos podrían pensar, esta extraña enfermedad es todo un tormento  para quienes la sufren pues al no sentir dolor en ninguna parte del cuerpo, las lesiones,  quemaduras, heridas o huesos rotos, pasan desapercibidos dando lugar a mayores consecuencias además de conducir a la reducción de la esperanza de vida porque el cerebro no puede percibir cuando hay peligro.  Esta enfermedad está fuertemente asociada a la pérdida del olfato además de otras complicaciones como deformaciones articulares, infecciones crónicas y amputaciones de extremidades, debido a múltiples lesiones a lo largo de los años.

Los pacientes con CIP procuran estar alerta y evitar situaciones que representen cualquier peligro para su cuerpo, tratando de llevar una vida normal aunque es  un reto constante por sobrevivir porque, hasta ahora, la enfermedad no tiene cura ni tratamiento.