1. CONFÍA EN TI MISMO: Si quieres ser un maestro de la discusión, el primer paso es confiar en ti mismo. Actuar con confianza da la impresión de que realmente sabes lo que es correcto desde el principio, incluso sin la certeza total de los hechos.
Un estudio demostró que las personas confiadas tienen más credibilidad en un debate. Así es, puede que no tengas ni idea de lo que quieres decir, pero si actúas con confianza, entonces podrías cambiar la manera en que presentas tus argumentos.
2. PROCURA EVITAR LAS DISCUSIONES QUE CARECEN DE FUNDAMENTO: Ganar una discusión a menudo se reduce a quién puede llegar más lejos sin contradecirse. Mantén una buena lógica y la persuasión. No utilices ningún hecho fuera de la discusión como un argumento para ganar la discusión; tampoco generalices, a la gene no le gusta.
3. SE CONSCIENTE QUE ESTÁS DISCUTIENDO: Estar confiado no basta en una discusión . El conocimiento sobre el tema valida un buen argumento. Lo mejor que puedes hacer antes de una discusión es preparar ideas para ganarla. Tú no vas a la guerra sin armas, ¿no? Consulta, lee, estudia, habla con los expertos.
4. MANTÉN LA CALMA Y SIEMPRE SE EDUCADO: Tu comportamiento puede ser suficiente para probar que la otra persona está equivocada. Mantén el respeto por tu oponente. Es más, negar con tu cabeza es una falta de respeto, por mucho que lo diga tu oponente no tenga sentido, nunca hagas eso, si la otra persona es irrespetuosa, ese irrespeto hará que ella pierda la discusión.
Hablar sin educación puede hacer ver mal tus argumentos, por muy buenos que sean. Y siempre es bueno recordar esto: un debate de ideas es eso, solo un debate de ideas. Cualquier tipo de violencia, sea física o verbal, hará perder la discusión a quien le implemente; así que déjaselo a tu oponente.
5. AVERIGUA CUAL ES EL PUNTO DE VISTA DE TU OPONENTE: Este es un paso importante hacia la victoria. Cuando le preguntes a tu oponente acerca de su punto de vista, seguramente se vaya a sentir intimidado. Y es ahí cuando debes aprovechar para encontrar el punto débil de sus argumentos. Además, te estás dando tempo a ti mismo de preparar tus argumentos.
6. MANTENTE EN TU POSICIÓN: No seas terco. Si el argumento de tu oponente tiene sentido, no significa que te tengas que poner nervioso y enojarte. El reconocimiento es también una virtud. Perder una batalla no significa perder la guerra. No se puede obligar a otros a pensar como tú.
7. CONCÉNTRATE EN EL TEMA DE CONVERSACIÓN: Si el debate es de política, habla de política. Si el debate es de fútbol, habla de fútbol. Etcétera. Permanecer totalmente enfocado en el tema puede sonar difícil, pero a menudo es lo que determina la victoria de tu argumento. Si notas que tu oponente está cambiando el tema, puedes estar seguro que tu oponente está perdiendo la discusión.
8. BUSCA PERSONAS QUE ESTÉN DE ACUERDO CONTIGO: Si estás discutiendo con alguien dentro de un grupo de amigos, busca a los que están de acuerdo con tus puntos de vista. Incluso si tu argumento no es el mejor, el apoyo es fundamental para validar tus ideas. Además, tener la confianza de tus amigos es esencial; no sólo en los debates ideológicos; sino que en general te sentirás muy bien, porque así puedes saber quiénes cuentan contigo, y con quienes puedes contar.
9. MODIFICA TU CONCEPTO DE VICTORIA: ¿Cómo se termina un debate ideológico? ¿Hay un ganador y un perdedor? No se puede cambiar la mente de la otra persona, pero si puedes cambiar la tuya. Si cambias tu manera de ver la victoria, las posibilidades son infinitas. Ganar puede resolver el conflicto pacíficamente. O incluso adquirir más conocimientos a través de otros puntos de vista que nunca pensarías que tu oponente podría presentarte, podrían cambiar tu forma de ver las cosas, y lo creas o no, eso es ganancia.
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