Su fisonomía, casi completamente intervenida por tatuajes, laceraciones y piercings, genera todo tipo de reacciones y la ha catapultado a la fama en redes sociales. Sin embargo, nada llama más la atención que su natural afirmación: dice no pertenecer a este planeta.
Su cuerpo es una verdadera intervención artística, resultado, probablemente, de una búsqueda que nunca acaba. Es que Grace Neutral (incluso su apellido fue modificado), se esfuerza día a día por hallar una realidad que no se corresponde con este mundo. No duda en afirmar que su alma pertenece a las estrellas, lo que manifiesta en una de las más extremas intervenciones que realizó a su cuerpo, cuando aplicó tinta en sus ojos, entre la esclerótica y la conjuntiva, de forma permanente, para lograr una sobrenaturalidad en su rostro que es realmente increíble.
Sin embargo, sus ojos no son aún tan sorprendentes como las escarificaciones de su piel, especialmente sus mejillas, intervenidas por lunas, o sus orejas, que terminan en punta, como las de los míticos elfos, o su lengua, que tras una operación se transformó en bífida. Los tatuajes, a esta altura, son un detalle, uno grande, que cubre su cuerpo casi por completo. Resultan para ella muy familiares, mucho más todavía que este planeta, porque Grace es tatuadora y su arte es un péndulo entre lo infantil y lo oscuro, entre dagas y sirenitas de Disney.
Otra de las varias intervenciones quirúrgicas a las que se sometió, logró eliminar su ombligo, marca universal de nacimiento. En los hechos, los que narra su cuerpo, ella nunca nació; es un ser etéreo, mágico. Y sin embargo, en conjunto, ella no deja de ser un culto al cuerpo, a lo más comúnmente mundano y terrenal que posee cualquier ser humano.